Aves marinas básicas: porque no todo en el mar son gaviotas.

Cuando a uno le hablan de aves marinas y no conoce mucho de ornitología, le viene una palabra a la cabeza: gaviotas. Pero lo que no sabe la mayor parte de la gente es que hay en España 6 especies diferentes de gaviotas (sin contar las rarezas o las ocasionales), ni que es más común de lo que uno piensa encontrarlas alejadas de la costa. Tampoco saben que se pueden ver, fácilmente e incluso sin prismáticos, un buen puñado de aves marinas que no son gaviotas de las que aparecen en los documentales de la 2.
Después de nuestro artículo sobre aves acuáticas referido más a especies de agua dulce, recogemos en éste las marinas más básicas, pretendiendo así que os piquéis con un grupo de aves que están sin duda entre mis favoritas. Vamos allá.
Gaviota patiamarilla (Larus michahellis) vs Gaviota sombría (Larus fuscus) vs Gaviota reidora (Chroicocephalus ridibundus)
Antes de comenzar con las gaviotas, os advierto de que estoy algo loco por escribir estas palabras. Hablar de identificar tres gaviotas en un mismo párrafo de 7 u 8 líneas es algo así como resumir el diccionario rae en un pos-it. Las gaviotas, en su estado no adulto principalmente, tienen muchísimas características que comentar, pero nosotros aquí nos centraremos en los plumajes adultos y más comunes.
Las patiamarillas (“patis” para los pajareros) son las gaviotas todo terreno. Las encontraréis prácticamente en cualquier parte, siempre que haya comida, lo que incluye zonas de interior donde haya desperdicios (vertederos…) y el casco urbano de las ciudades costeras. Tienen bastante mala fama por su supuesta agresividad tanto con los humanos (un mito), como con otras especies. Aquí, en mi opinión, se mezclan churras con merinas porque ellas no hacen más que cumplir su función como depredadores en el medio en el que viven. No podemos pedirle a un bicho carnívoro que se quede quieto alimentándose de hierba… pero tampoco es que vayan destrozando todo lo que se menea. Otra cosa es que su adaptación a los vertederos las haya hecho crecer en número en las proximidades de las ciudades, pero que nadie piense que se le van a echar encima por pasear bajo ellas en la playa.
En cuanto a su aspecto, es una gaviota de porte fuerte, con dorso gris, pico y patas amarillas (lógico…). Aunque su cabeza es blanca normalemente, en invierno puede jaspearse con algunas líneas grises.
Existe una prima hermana suya , la gaviota sombría, que así muy a lo bestia se podría definir como una patiamarilla pero más oscura o incluso negra en el dorso.
Nota: El plumaje mostrado de invierno para la patiamarilla adulta puede variar en el marcado ligero en gris de la cabeza, que puede llegar incluso a no aparecer como es el caso de la foto.
Las gaviotas reidoras (Larus ridibundus, por el contrario, son más esquivas y selectivas en cuanto a su alimentación se refiere. De mucho menor tamaño que las patiamarillas, se distinguen por su pico y patas rojas y cabeza negra en primavera-verano (ya aprenderemos a distinguirlas de las cabecinegras( Llarus melanocephala) en otro artículo). En invierno, desaparece el capuchón negro de la cabeza y quedan sólo unas manchas laterales junto a los ojos.
Tienen un aspecto mucho más amable y reciben su nombre de que cuando reclaman parece que les ha hecho mucha gracia algo y se parten.
No entro aquí en más diferencias sobre juveniles y adultos porque habrá en el futuro más post sobre gaviotas. Baste decir que las gaviotas tardan varios años en llegar a sus plumajes adultos y mientras tanto conservan parte de su aspecto juvenil, que el primer año siempre se corresponde con bichos jaspeados y marronáceos cuyo plumaje se convertirá en el favorito de los Gullers (pajareros entregados a la observación del grupo de las gaviotas) más freaks.
Cormorán grande (Phalacrocorax carbo) vs Cormorán moñudo (Phalacrocorax aristotelis).
Recuerdo que cuando comenzaba en esto, me sorprendía oír que en el río Manzanares, en pleno centro de Madrid, se podían ver cormoranes. Tienen un nombre que suena a documental (y de hecho suelen aparecer en ellos) y es de las aves más agradecidas de observar.
Como su nombre indica, el cormorán grande tiene tamaño grande y plumaje negro (excepto en juveniles). Nadan y bucea con pasmosa facilidad. Es común verlo en los puertos a la caza de los descartes de los barcos amarrados, o posados con las alas abiertas secándolas al sol (son de las pocas aves que no pueden impermeabilizarse el plumaje con cera, así que se secan al aire cuando se mojan en sus buceos). Por cierto, da angustia cuando pescan algún pescado demasiado grande y les cuesta la vida tragarlo entero…
A diferencia de su pariente, el cormorán moñudo es algo más pequeño y esquivo. Ocupa casi exclusivamente hábitats marinos, y se diferencia físicamente sobre todo en ese moñete que luce en la frente y le da un aspecto bastante gracioso.
Chorlitejo patinegro (Charadrius alexandrinus) vs Vuelvepiedras (Arenaria interpres)
Aunque no tienen nada que ver en aspecto, ambos pertenecen al grupo de los limícolas, aves que se alimentan en el suelo buscando con su pico entre las ranuras de las piedras, la arena o los restos de plantas marinas varados.
El chorlitejo a mí siempre me ha recordado a un huevo con dos patas largas . Con color marrón tierra y collar y pico negros sobre cara blanca, corretea como si le faltara tiempo por la playa, parándose en seco a continuación para asegurarse de que no le persigues.

Chorlitejo patinegro (izqda) y Vuelvepiedras (dcha)
Por el contrario, los vuelvepiedras poseen una gama de colores (blanco, negro, marrón y naranja en patas y picos) con una estructura más pesada y menos agilidad por tener las patas cortas. Les encanta usar su pico fuerte para “volver las piedras” en busca de insectos justo jugando con el romper de las olas en la costa.
Charrán común (Sterna hirundo) vs charrán patinegro (Sterna sandvicensis).
Los que no los conocen piensan que son gaviotas, y los que los conocen algo, les suena haber oído el nombre de golondrinas de mar (por su cola ahorquillada y vuelo grácil, además de que los comunes nos visitan en primavera y verano como las golondrinas).
Se diferencian de las gaviotas por su vuelo más ligero y sus continuos lances de pesca dejándose caer desde el cielo al mar. Además, las alas son más estrechas con respecto a su longitud y se les nota más el ángulo carpal (chaflán del ala).
Ambos son muy parecidos con un capirote negro característico y plumaje de aspecto general blanco, pero en verano se distinguen muy bien porque el charrán común tiene el pico rojo y el patinegro negro.
Os dejo a continuación un video en el que se observan charranes (en este caso la mayoría comunes) y gaviotas pescando juntos para que veáis los distintos comportamientos de cada uno de ellos, el tipo de vuelo etc… Es evidente la diferencia.
Recordaros que muchas de estas aves las podéis encontrar también en zonas húmedas del interior, por lo que nadie tiene excusa ya para no tratar de identificar todos esos pájaros misteriosos que nadan o vuelan sobre el agua.
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Muy pronto, el reto de identificación de marinas!
Magnifico el video del charrán.Muchas gracias por el regalo.
A tí por tus palabras Francisco. Un gusto compartirlo convosotros
E stupendo vídeo el del charrán .Muchas gracias
Francisco T.
A tí Francisco. Me alegro de que te guste.
Hola Miguel!
Te sigo desde hace un tiempo y aprendo mucho contigo, sobre todo con las aves marinas. Siendo de sierra no tengo tantas oportunidades para verlas como a mí me gustaría. ¿Has pensado en hacer algún post sobre aves esteparias? Éstas sí que son difíciles de identificar en muchas ocasiones. ¡Un saludo!
Mila Coco